Pero cuando una amiga me da las gracias por apoyarla en los momentos difíciles yo no soy capaz de entender exactamente el porqué de su agradecimiento.
Tampoco recuerdo el mal momento en el que se encontraba inmersa, ya que yo lo único que pretendía era que disfrutase de mi compañía, hacerle reír, apoyarla. Sin quererlo, acabo recordando sólo los buenos momentos y, en parte, ella también, ya que se acuerda de cuando la animaba a seguir adelante.
Llámame loca, pero me encanta olvidarme de porqué me dan las gracias por algo. Aunque, por supuesto, admiro profundamente que me las den, porque al fin y al cabo, significa que aprecia lo que haces por ella.
Y no es consciente de que es lo mínimo que puedes hacer por alguien que te importa.
Al igual que agradecer.
Y olvidar…
La llamada amnesia temporal, la buena, la que cura las heridas.
L O V E
PALM
XX
