Hace unos años las odiaba porque a pesar de que tuviesen unas flores preciosas, si las tocas, te picas...
Con el tiempo te das cuenta de que hay cosas que simplemente se disfrutan mirando...
¡Cuán caprichosos somos!
Lo queremos todo aquí, ahora, sin rechistar y lo único que estamos haciendo es adaptarnos al tiempo y el espacio.
El otro día fui con mi madre a un vivero precioso; tenía ganas de llevármelo todo a casa.
Aquí dejo un par de fotos.
Disfruten de la naturaleza, con los ojos ;)
Estos bebés me parecieron preciosos...
Estos son una versión en miniatura de los que hay por el desierto...
Parecen mosaicos...
En realidad me parece increíble que se vendan... ¡Es naturaleza!
Como podrán adivinar, salí encantada...
Por cierto, las fotos fueron tomadas con un iPhone 5C.
xx
PALM
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