27 de julio de 2015

EL PROCESO DE ESCRITURA

Se enciende la bombilla en un acto aparentemente inconsciente, involuntario. Difícil de explicar pero con fácil ejecución.

La misión consiste en rubricar.

Primero necesitamos un objeto largo y fino, con una punta lo suficientemente estable como para poder ejercer una presión y que no se fracture o corrompa, que además tenga un líquido contenido en su interior, de un color cualquiera, suficiente para que contraste con el soporte en el que deslizaremos dicho objeto ya identificado.

En segundo lugar, identificar los signos gráficos correspondientes para poder expresar lo que provocó que la bombilla citada al principio de este proceso se encendiera. A, b, c, d… 27 grafías, cada cual con su característica, su función en un mundo ideológico de infinitas posibilidades. 

Ahora la bombilla empieza a descargar su energía en forma de palabras, notas como su peso sobre tu cabeza comienza a bajar considerablemente y ahora se concentra en tus manos, hábiles a la escritura, ligeras, saben lo que hacen porque quieren hacerlo.

Tus ojos repasan el texto una y otra vez, no quieres que la bombilla se funda en vano. Sientes que cada parpadeo es indispensable para poder analizar cada uno de los fonemas correctamente. 

Palpas el soporte empleado, repasas la caligrafía, los puntos, las comas, las tildes, los espacios, hueles la tinta a una distancia considerable y todo eso te gusta, aunque puede que no seas consciente de ello.

Un tiempo siempre bien empleado.

Gran arte el de escribir, ¿no crees? Amplio detalle y alta definición en un proceso que tiene fin, pero cuyo objetivo tiene infinitas posibilidades.



PD: escuchaba Sweet Emotion - The Kooks mientras tanto.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinión cuenta. Gracias por visitar mi blog.
Your opinion matters. Thanks for visiting my blog.